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Pruebas secretas
Mayo 28, 2013 Es muy sencillo, realmente lo es. Si MercedesGP y Pirelli hicieron bien la prueba de neumáticos la semana pasada en el Circuit de Catalunya, no tendría por qué haber sido un secreto revelado hasta el Gran Premio de Mónaco.

El problema no radica tanto en la prueba en sí, sino la forma en que los implicados llevaron a cabo la misma con independencia de si el resto de los equipos de la Fórmula Uno fueron invitados o no.

En un momento en que las pruebas son tan restringidas resulta increíble que alguien como Hembery hubiera expuesto a la llantera italiana a tal escándalo mientras que al mismo tiempo no resulta tan inverosímil que un equipo dirigido por Ross Brawn haya decidido tomar una ventaja de este tamaño, pero sobre todo de esta forma, exponiendo e impactando en la posible estancia de Mercedes como constructor en la máxima categoría del automovilismo.

Sin entrar a detalles contractuales respecto de la posibilidad de tener pruebas y la solicitud realizada por Pirelli a la FIA para ello, ni mucho menos entrar en el detalle procedimental para poder llevar a cabo las pruebas, resulta obvio a todas luces que la prueba se podía haber realizado de mucha mejor manera para evitar las teorías de conspiración que inmediatamente surgieron tras su develación. Medidas tan sencillas como no utilizar a volantes que estén compitiendo actualmente en el campeonato de pilotos 2013, p.e. alguien como Alguersuari, Kobayashi, De la Rosa o Paffet, entre otros muchos; hacer público el rechazo de otras escuderías invitadas; tener una autorización por escrito de la misma FIA; y limitar los datos disponibles que pudieran favorecer a los equipos en la prueba – o, en su defecto, hacerlos disponibles a todos los equipos por parejo– hubieran sido algunas de las medidas que podrían haberse tomado en aras de la transparencia que una prueba de este estilo requería.

Pésimo además el momento ya que mancha la victoria de Rosberg en Mónaco que ha sido opacada por este escándalo cuando realmente poca influencia pudo haber tenido la prueba de neumáticos en el dominio de las flechas plateadas en las calles de Montecarlo, trazado que se distingue por la falta de zona de rebases disponibles en sus 3.340 kilómetros. Era esperado que MercedesGP obtuviera la posición de privilegio al igual que se esperaba no fueran rebasados aun cuando fueran más lentos con tanques llenos.

Si no había nada malo en el actuar de MercedesGP y Pirelli, entonces ¿por qué ocultarlo? Ross Brawn y Paul Hembery tienen muchas explicaciones que dar y, por el bien del deporte y del campeonato, más vale que sean muy buenas y fundamentadas pues de lo contrario las consecuencias podrían ser muy severas, nada más hay que preguntarle a Flavio Briatore con su famoso crashgate en Singapur.

laplumadelzurdo@gmail.com