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Jack Miller busca pilotar en un equipo de fábrica
Abril 19, 2019
Su regreso al podio en el Circuito de Las Américas, después de casi tres años de sequía -Assen 2016-, ha supuesto una gran inyección de confianza para Jack Miller (Pramac Racing), que no esconde sus grandes aspiraciones acerca de su ambicioso futuro en MotoGP.
Miller protagonizó en Austin el mejor papel entre las DesmosediciGP, ya que fue tercero justo por delante de Andrea Dovizioso (Mission Winnow Ducati), mientras que su compañero, Danilo Petrucci, fue 6º, y el compañero de Miller en Pramac Racing, 'Pecco' Bagnaia, finalizó 9º.
Después de verse obligado a abandonar en Qatar tras los problemas con el sillín, Miller ha encadenado dos grandes actuaciones, tras finalizar 4º en Termas de Río Hondo y el reciente podio en el GP Red Bull de Las Américas.
Su confianza se ha desbordado. Sabedor de que Petrucci, del que le separa un único punto en la clasificación general del campeonato, solo tiene un año de contrato con Mission Winnow Ducati, Miller no ha querido dejar pasar la oportunidad de dejarse querer.
Preguntado sobre sus objetivos tras bajar del podio en el Circuit of The Americas (COTA), Miller fue rotundo y aparcó cualquier discurso políticamente correcto: "Por supuesto, mi principal objetivo es asegurarme un puesto en un equipo de fábrica. Ojalá fuera una Ducati".
El australiano tampoco rehuyó, de hecho, las comparaciones con 'Petrux' y sus respectivos papeles esta temporada tras poner en valor el "buen trabajo" realizado hasta el momento. "Siempre he estado mejor situado que él, tanto en la clasificación como en las carreras que he terminado. Todo va bien por el momento, pero ya veremos", comentó.
Pese a la euforia por el podio en COTA, Miller trata de mantener la calma, consciente de que en otras temporadas ha ido de más a menos tras empezar "muy fuerte". "A partir de Mugello es donde empecé a ir mal. Pero esperemos que esta vez podamos continuar así", declaró esperanzado.
Su quinto año en la categoría reina va camino de resultar un punto de inflexión determinante en su carrera. La 'madurez' acostumbra a marcar diferencias en la élite y el '43' ya no se pone límites: "Tengo 24 años, es hora de madurar y hacer un buen trabajo. Está empezando a dar sus frutos". ¿Logrará su sueño de ganarse un puesto en un equipo de fábrica?
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